En medio de los bombardeos contra la capital y localidades del sur y el este del país, el movimiento político y militar confirmó el alcance con precisión de sus drones de asalto en el sitio de Habushit, cuartel general de la compañía de la Brigada Hermon 810, ubicado en la cima del Monte Hermón en el Golán sirio ocupado.
Con misiles de alta calidad, Hizbulah anunció el ataque por primera vez contra un campo de entrenamiento de fuerzas de infantería en Shavei Tzion, al sur de la ciudad de Nahariya, en el norte de Israel.
En declaraciones separadas, la Resistencia notificó el bombardeo en dos ocasiones de una reunión del ejército enemigo en el asentamiento de Al-Manara, a un kilómetro de la aldea libanesa de Mais al-Jabal.
Los combatientes también golpearon con cohetes otro grupo de militares israelíes en el asentamiento de Avivim, ubicado a menos de dos kilómetros del poblado sureño de Maroun al-Ras.
En los enfrentamientos en el terreno, la Resistencia comunicó la destrucción con un misil guiado de un tanque Merkava cerca del centro municipal de Khiam.
De acuerdo con lo divulgado, la operación provocó bajas en las filas del ejército israelí y la cifra de Merkavas destruidos por los hombres de Hizbulah ya superó los 60 desde el comienzo de la maniobra terrestre en octubre.
En la mañana, la Resistencia atacó con una andanada de cohetes de alta calidad el asentamiento fronterizo de Kiryat Shmona.
Según el periódico hebreo Yedioth Ahronoth, los datos del norte de Israel indicaron daños importantes tras los incendios causados por el disparo de misiles de Hizbulah.
El diario informó nueve mil edificios y siete mil vehículos dañados, con Nahariya, Kiryat Shmona, Zar’it, Al-Manara y Shtula como los asentamientos más afectados en el norte de Israel.
Los medios israelíes reflejaron las «victorias» proclamadas por el gobierno de Benjamín Netanyahu en la guerra con Líbano, a pesar de la continuidad de la respuesta de Hizbulah y las interrupciones diarias a la vida de los residentes del norte y el centro de Israel.
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