«Debemos ser liberados de las manos de los Estados Unidos, Canadá y Francia […] y decidir por nosotros mismos lo que es bueno para nosotros», declaró Barbecue.
Esos tres países son los responsables de lo que sucede en Haití, dijo el jefe pandillero, al tiempo que expresó su desacuerdo con la presión que ejercen las tres potencias en la arena internacional, precisó el diario digital Haití Libre.
Denunció que las tropas extranjeras lo buscan para matarlo, subrayó la fuente, sin precisar quien está detrás de esas intenciones.
En mayo pasado, Barbecue advirtió a los efectivos foráneos que derramarían su sangre en Haití.
Bajo la supervisión de Estados Unidos, Kenya, otras naciones y la Policía Nacional de Haití intentan dar caza a las bandas criminales.
Barbecue aseguró que las pandillas se preparaban para una larga lucha, y antes que los venciera el cansancio y anunciaran su retirada las fuerzas internacionales iban a derramar mucha sangre.
A la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, Barbecue le dijo: nadie puede asustarnos, hacernos creer que nos van a echar de nuestro país.
Subrayó que su coalición libra una batalla para liberar a Haití de las garras de los políticos tradicionales y los oligarcas corruptos.
Somos los hijos de Dessalines. «No estamos haciendo una revolución pacífica, estamos haciendo una revolución sangrienta», sentenció el expolicía, quien responsabilizó a Estados Unidos, Canadá y Francia de un baño de sangre en Haití.
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