En declaraciones al canal panárabe Al Mayadeen, el diputado apuntó que Israel no pudo alcanzar ninguno de los propósitos de su incursión terrestre en el territorio nacional, excepto la destrucción, la matanza y un intento de sembrar el caos entre la gente.
A la luz del anuncio del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de aceptar un alto al fuego con Líbano, Fadlallah manifestó: «estamos atravesando una noche peligrosa y delicada, pero la ocupación no logrará sus objetivos».
Según expresó, al día siguiente de la guerra, el pueblo del sur, la Bekaa, el suburbio sur de la capital y todo ciudadano honorable alzará la bandera de la Resistencia y la liberación.
En valoración del parlamentario, la Resistencia de Líbano (Hizbulah) hasta hoy se centra en las instalaciones militares israelíes y sus operaciones se llevan a cabo desde el sur de la zona del río Litani.
De acuerdo con sus palabras, el enemigo israelí no pudo imponer sus condiciones políticas a la Resistencia.
A criterio del parlamentario, Israel puede ser capaz de sembrar el miedo en los corazones de los civiles, pero la decisión de los líderes de la Resistencia es clara de luchar hasta los últimos momentos.
El miembro de Lealtad a la Resistencia destacó que el ejército libanés está presente entre su pueblo y la gente en el sur de la nación levantina.
Durante una declaración televisada, Netanyahu indicó que presentaría un esquema completo del alto al fuego con Líbano al gabinete en pleno, tras finalizar una reunión con el aparato de seguridad.
El Canal 12 hebreo consideró que el primer ministro israelí llama al acuerdo con Líbano de “alto al fuego”, pero en realidad la guerra terminó.
Para el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, el acuerdo con Líbano es “un error histórico” y es un regreso al concepto de silencio por silencio.
El líder de la oposición Yair Lapid reconoció que el gobierno de derecha se vio obligado a llegar a un acuerdo con la Resistencia libanesa, luego de la destrucción de las ciudades del norte, el colapso de la vida de los residentes y el agotamiento del ejército.
Por su parte, el diputado opositor Avigdor Liberman, comentó en X: “Netanyahu dijo hasta la victoria total, pero no aseguró de qué lado vence”.
El acuerdo de alto al fuego recibió críticas de funcionarios israelíes, en particular los alcaldes de los asentamientos del norte, que lo vieron como un testimonio del fracaso de Netanyahu en dejar de lado la amenaza planteada por la Resistencia.
A su vez, la prensa israelí reseñó el pacto de tregua como una reminiscencia de la derrota de Israel en la guerra de julio de 2006.
Líbano fijó su posición nacional en la defensa de la soberanía mediante el fin total de la agresión israelí y la implementación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU.
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