La organización no gubernamental advirtió en un comunicado que la zona es casi completamente inaccesible, lo cual imposibilita la entrada de alimentos y medicinas.
Los niños que viven en la región septentrional del enclave costero están aislados desde el 6 de octubre último, cuando las fuerzas israelíes declararon que el área era una zona militar cerrada, subrayó.
Save the Children destacó que la ONU teme una hambruna generalizada allí por la falta de comida.
“Los intentos de los grupos de ayuda para acceder al área fueron bloqueados repetidamente por las fuerzas israelíes”, denunció la organización defensora de los derechos de los menores.
No hemos podido ingresar al norte durante las últimas siete semanas para entregar alimentos a unas cinco mil familias, así como paquetes de higiene y otros suministros, agregó.
Señaló que también los envíos de suministros médicos están suspendidos y en ese sentido precisó que unos 10 mil menores en las ciudades de Jabalia, Beit Lahiya y Beit Hanoun no lograron ser inmunizados en la reciente campaña de vacunación contra la polio.
“Muchas familias están atrapadas en el norte de Gaza porque no pueden huir, ya sea debido a parientes mayores o discapacitados, o a la falta de opciones alternativas en otras partes del territorio”, detalló.
Jeremy Stoner, director regional de Save the Children, afirmó que la situación en el norte de Gaza no es apta para la supervivencia humana.
Stoner reclamó a Israel acceso humanitario seguro de inmediato para permitir que “los alimentos, el agua, los suministros de invierno y la asistencia médica lleguen a aquellos que están atrapados en la zona de muerte”.
Sin acceso a productos vitales y un alto el fuego estamos condenando a los niños a perecer en el infierno de la tierra, recalcó.
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