De acuerdo con el informe correspondiente al período julio-septiembre, el ente señaló que después de tres trimestres de marcada debilidad de la actividad económica, en el tercero de este año se observó una mayor tasa de expansión del PIB, superior a la prevista en el reporte anterior.
Esto último, en adición a la información de los trimestres previos, condujo a Banxico a revisar al alza el crecimiento esperado para el año en su conjunto.
Las previsiones para 2025 incorporan la expectativa de un menor dinamismo de la inversión privada al anticipado previamente como reflejo de la mayor incertidumbre asociada con factores externos e internos.
Mientras, la previsión puntual de expansión del PIB para el venidero año se mantiene sin cambio con respecto al informe previo (1,2 por ciento), y el intervalo para la variación es de 0,4 a 2,0 por ciento; en tanto para 2026 se considera un pronóstico de crecimiento de entre 1,0 y 2,6.
“Se espera que en el horizonte de pronóstico la economía nacional continúe creciendo a un ritmo moderado. Este crecimiento estaría apoyado, principalmente, por el consumo privado y, en menor medida, por la inversión privada”, señaló Banxico.
El Banco consideró que el balance de riesgos para el crecimiento de la actividad económica a lo largo del horizonte de pronóstico se mantiene sesgado a la baja.
Entre esos riesgos, mencionó un incremento menor de lo esperado en la economía de Estados Unidos, y la intensificación del ambiente de incertidumbre relacionada con las políticas que pudieran implementarse en ese país, particularmente en lo comercial.
Banxico prevé que la inflación se sitúe en 3,0 por ciento en el cuarto trimestre de 2025.
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