También el gigante sudamericano demanda que ambos países «garanticen el cese permanente de hostilidades y el retorno de los desplazados internos a sus residencias», según un comunicado divulgado por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
La nota oficial reafirma, asimismo, el compromiso del Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva «con la soberanía e integridad territorial de Líbano».
Requiere que se cumplan las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que se restablezca la paz y la estabilidad a lo largo de la llamada Línea Azul, que separa Líbano de Israel.
Medios de prensa informaron que Israel y la Resistencia Islámica en Líbano (Hizbulah) aceptaron el lunes un entendimiento negociado por Estados Unidos y Francia.
Lo rubricado requiere que las tropas israelíes se retiren del sur de Líbano y que el Ejército de este último país se despliegue en la región, mientras que Hizbulah pondrá fin a su presencia armada a lo largo de la frontera al sur del río Litani.
De acuerdo con el presidente estadounidense, Joe Biden, el plan fue diseñado para un cese permanente de las hostilidades.
Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció una «respuesta enérgica» en caso de cualquier violación de la Resistencia islámica.
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