Una filial de la compañía japonesa Itochu recién comenzó a gestionar un sitio web mediante el cual vende smartphones usados del gigante tecnológico estadounidense Google, con calidad certificada por esa popular entidad.
El precio representa de un 20 a 30 por ciento menos que el original, hace dos o tres años, y los dispositivos cuentan con el atractivo de disponer de baterías nuevas.
Otra empresa dedicada a la venta de teléfonos inteligentes usados en esta nación asiática es Belong, cuyo presidente, Inoue Daisuke, espera un crecimiento de este mercado pues cada vez se logra una calidad más cercana a la de los modelos nuevos.
Por su parte, los precios de los nuevos dispositivos móviles siguen en aumento a medida que se disparan los costos de los componentes electrónicos, como los chips, en tanto el yen (moneda nacional japonesa) ha dado señales de debilitarse.
La cadena pública japonesa de medios NHK citó un informe del Ministerio de Comunicaciones de 2023 en el cual la cartera afirma que el precio medio de los teléfonos inteligentes fue de unos 82 mil yenes, equivalentes a unos 530 dólares, el año pasado. Respecto a 2022, tal cantidad supone un aumento de más del 12 por ciento en términos de yenes.
Durante cinco años consecutivos, las mayores ventas de teléfonos inteligentes en Japón fueron de modelos usados, por lo que -en el actual contexto- varias instituciones niponas prevén la prolongación de la tendencia en 2024.
El Instituto de Investigación MM avizora que en este año fiscal se venderán en Japón 3,15 millones de teléfonos inteligentes usados, lo cual constituiría un nuevo récord.
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