El reporte del gobierno dejó sin cambios su estimación inicial de crecimiento del tercer trimestre del año y señaló que el Producto Interno Bruto (PIB-la producción de bienes y servicios de la economía) se desaceleró respecto de la tasa del tres por ciento de abril a julio.
No obstante, el informe del PIB aún mostró que la economía estadounidense es fuerte y su crecimiento superó el dos por ciento en ocho de los últimos nueve trimestres.
Dentro del datos del PIB, una categoría que mide la fortaleza subyacente de la economía aumentó a una sólida tasa anual del 3,2 por ciento entre julio y septiembre, frente al 2,7 por ciento del trimestre de abril a junio, reseñó la cadena ABC News.
Tal categoría incluye el gasto de los consumidores y la inversión privada, pero excluye elementos volátiles como las exportaciones, los inventarios y el gasto gubernamental, destacó.
Aun así, los votantes estadounidenses (exasperados por los altos precios) no se impresionaron por el crecimiento constante y eligieron este mes devolver a Donald Trump a la Casa Blanca para revisar las políticas económicas del país, advirtió el medio de prensa.
Para su próximo mandato, Trump contará con un boleto abierto para cumplir su agenda porque las elecciones del 5 de noviembre también significaron las mayorías republicanas en ambas cámaras del Congreso federal (la de Representantes y el Senado).
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