Durante los 45 días y liderado por la nación sudamericana, fuerzas del orden de todas las regiones del mundo interceptaron además 228 toneladas de marihuana, 4,9 toneladas de hachís, 198 kilogramos de metanfetaminas y se intervinieron más de mil toneladas de cultivos ilícitos en Brasil y Paraguay.
Según reveló el vicealmirante Orlando Enrique Grisales, jefe de Estado Mayor Naval de Operaciones, esas acciones evitaron que organizaciones criminales obtuvieran más de 8,4 billones de dólares en ingresos.
Reveló que se logró el decomiso de un semisumergible en la isla Clipperton, en el océano Pacífico norte, que se dirigía a Australia con cocaína colombiana.
El oficial reveló que este caso alerta sobre una nueva ruta del narcotráfico hacia Oceanía, facilitada por embarcaciones sofisticadas capaces de recorrer las cinco mil millas entre ambos países sin reabastecimiento.
Grisales remarcó asimismo que el mercado australiano representa una oportunidad lucrativa para las mafias, con precios que alcanzan los 240 mil dólares por kilogramo de cocaína, comparados con los 40 mil dólares en Estados Unidos.
También identificaron alianzas entre redes criminales de América Latina, Europa y Oceanía, lo que marca un cambio en la estructura del narcotráfico global.
“Hoy son redes organizadas que se asocian, no una estructura piramidal como los antiguos carteles”, afirmó el oficial.
La campaña Orión XIV dejó un saldo 434 detenciones y la destrucción de 475 infraestructuras ilegales utilizadas para la producción de alcaloides.
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