En ocasión de la histórica efeméride, que se celebra este viernes, el mandatario denunció que “si hoy Naciones Unidas, y especialmente el Consejo de Seguridad, no encuentran la manera de hacer frente a los crímenes de los ocupantes de la tierra palestina, la credibilidad y la dignidad de esta organización se verán seriamente comprometidas”.
Consideró al respecto que durante más de un año los pueblos del mundo esperaron que las Naciones Unidas encontraran una forma de hacer frente al genocidio de la población palestina, controlar el fuego de la guerra que se extendió a otros países y entregar a la justicia al carcelero de la mayor prisión abierta del mundo.
Teherán considera que la única solución viable de la cuestión palestina es el retorno de los refugiados y la celebración de un referéndum entre el pueblo palestino originario, incluidos musulmanes, cristianos y judíos, basado en los principios democráticos y el derecho internacional, señaló en el documento.
En otra parte del comunicado, Pezeshkian sostuvo que la acción de Naciones Unidas de designar el Día de la solidaridad con el pueblo palestino es un hecho valioso pero insuficiente.
Valoró, en ese sentido, que el pasado año en ese día la cifra de palestinos muertos era de 14 mil, pero ahora ascendió a 53 mil fallecidos y desaparecidos y más de 100 mil heridos. Lamentó, en ese contexto, que más del 60 por ciento de ellos son mujeres, niños y ancianos.
En medio del complejo panorama de destrucción y muerte, el Jefe de estado del país persa evaluó que el 29 de noviembre es el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, en el que sus hijos en la búsqueda de la justicia se enfrentan con las manos desnudas a fuerzas malvadas desde hace más de siete décadas.
Tras llamar, en ese contexto, a la comunidad internacional a frenar al régimen sionista y retirarle su apoyo, refirió que Tel Aviv demuestra su falta de compromiso con las normas y los valores internacionales al quebrantar con sus ilegales acciones la Carta de las Naciones Unidas.
Sin lugar a dudas, en esta batalla dolorosa y desigual, la victoria final es para aquellos pueblos decididos, que ni siquiera los arsenales militares más grandes del mundo han podido frenar su determinación de continuar en el camino hacia la victoria, sentenció el líder iraní.
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