Es mejor un presupuesto que no es el que exactamente queremos que no tener presupuesto, declaró a la cadena BFM TV en un contexto de polarización y de advertencias desde la izquierda y la extrema derecha de buscar la caída del primer ministro Michel Barnier y su gabinete.
De acuerdo con Armand, existe interés y voluntad de evitar una tormenta económica y financiera.
El gobierno busca adoptar un presupuesto que conduzca al menos a 60 mil millones de euros de ahorro, entre recortes del gasto público e impuestos, para comenzar a reducir el déficit público, el cual pudiera rondar este año un seis por ciento del Producto Interno Bruto.
Tanto el bloque de la izquierda Nuevo Frente Popular como el partido de extrema derecha Agrupación Nacional han fijado líneas rojas y manejado la presentación o el apoyo a una moción de censura contra Barnier en la Asamblea Nacional.
Estas fuerzas de ideologías contrarias combinan en el hemiciclo suficientes votos como para derribar al gobierno.
Respecto a las preocupaciones sobre el futuro del país en el agravado contexto de polarización imperante, el ministro de Economía trató de ser tranquilizador, al afirmar que “Francia no es Grecia”.
Tenemos una economía, empleo, actividad y atractividad (para la inversión extranjera), somos una potencia económica y demográfica, esgrimió.
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