Un comunicado del Centro de Operaciones de Emergencia de la institución sanitaria precisó que los ataques israelíes del martes, previo a la entrada en vigor del alto al fuego, provocaron la muerte de 78 ciudadanos y otros 266 sufrieron lesiones.
El ente precisó que el aumento del número de víctimas se debe a la recuperación de cuerpos de debajo de los escombros y al inicio de un proceso de revisión de datos.
Según detalló, el Ministerio inició una pesquisa exhaustiva de todos los datos, que dará cuenta de los fallecidos cuyas identidades serán verificadas mediante pruebas de ADN, en coordinación con los hospitales para garantizar cifras precisas y completas.
A la luz de esta evaluación, las autoridades de salud indicaron que más adelante publicarán un informe final con un recuento completo de las pérdidas humanas resultantes de la escalada de violencia israelí.
En el segundo día de la aplicación del acuerdo de alto al fuego, Israel atacó las aldeas sureñas de Taybeh, Khiam, Markaba, Rmeish, Bint Jbeil, Kfar Shouba, Wazzani y Al-Bisariyyeh, en un intento de impedir el regreso de los residentes y dejar la zona quemada tras meses de agresión.
A su vez, los aviones de guerra sobrevolaron a baja altitud sobre el Monte Líbano y el sur del país; mientras, el ejército de Israel emitió amenazas a los ciudadanos de los poblados fronterizos y distribuyó un mapa con una zana marcada de prohibición para los habitantes de Shebaa, Hebarieh, Marjeyoun, Arnoun, Yahmor, Qantara, Shaqra, Barashit, Yatar y Mansouri.
Desplegadas en cumplimiento de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, las Fuerzas Armadas Libanesas comenzaron a realizar sus misiones en el sur, en Bekaa y en los suburbios del sur de Beirut, para vigilar el movimiento de los desplazados, ayudarlos a regresar a sus hogares y garantizar su seguridad.
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