Según fuentes oficiales, 45 casas fueron arrasadas por la fuerza del deslave y entre los fallecidos hay siete niños, al tiempo que continúan las labores de rescate obstaculizadas por el estado en que se encuentran las vías de acceso.
Los deslizamientos de tierra ocurrieron después de fuertes lluvias en la noche del miércoles en el distrito montañoso de Bulambuli, a unos 280 kilómetros al este de Kampala.
Irene Muloni, diputada por el distrito de Bulambuli, solicitó al Gobierno la reubicación de los damnificados en otras localidades, ya que las lluvias continúan y el peligro de otra tragedia está latente.
En Uganda, muchas zonas del país están afectadas por fuertes precipitaciones que son un efecto más del cambio climático, que este año -considerado el más caluroso de la historia- ha causado estragos en numerosos países del continente africano.
La situación se agravó también por las consecuencias del fenómeno meteorológico «El Niño», que provoca un cambio en las dinámicas atmosféricas ocasionado por el aumento en la temperatura del océano Pacífico, y ha dejado torrenciales lluvias en países del norte del continente, así como fuertes sequías en el sur.
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