Crecidas y árboles caídos forman parte del panorama por el impacto de la tormenta, de acuerdo con medios de prensa.
En las zonas bajas de Madipakkam, los residentes aparcaron sus coches en el paso elevado de Velachery, como medida de precaución derivada de la fatal experiencia de pérdidas en vehículos por las fuertes lluvias del año pasado, precisó el diario Bussiness Today.
Otros residentes de Velachery, Madipakkam y Pallikaranai también trasladaron sus vehículos a terrenos más altos.
Las carreteras estaban prácticamente vacías mientras los trabajadores cívicos, la policía y el personal de bomberos y rescate realizaban operaciones de socorro y rescate.
Se conoció que Greater Chennai Corporation (GCC) desplegó 22 mil personas, entre ingenieros, funcionarios y trabajadores sanitarios, y puso en funcionamiento mil 686 motobombas para eliminar las inundaciones en 134 lugares, según la fuente.
En Chennai, el ministro Principal de Tamil Nadu, M. K. Stalin, realizó una revisión de emergencia en el Centro de Operaciones de Emergencia del Estado con altos funcionarios.
Aseguró a la población que el territorio contaba con todas las precauciones necesarias, con campamentos de socorro para los residentes en áreas vulnerables y distribución de suministros de alimentos.
Los servicios de transporte estatales en Chennai se vieron limitados y los funcionarios ferroviarios anunciaron una frecuencia reducida en las secciones suburbanas.
Sin embargo, el aeropuerto cerró y los trenes, incluidos los exprés y superrápidos, solo experimentaron algunos retrasos.
En Puducherry, la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres (NDRF) llegó desde Arakonam para evacuar a la población de las zonas bajas y restringió el acceso público a la carretera de la playa y a varios sitios turísticos, y las escuelas y universidades permanecieron cerradas.
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