El conflicto interno dificulta la entrega de alimentos, que a su vez subieron de precio en el mercado, dejando a muchas familias sin acceso a la comida y al agua potable.
Los niveles de hambre se dispararon, subraya el diario digital Haití Libre.
Meses atrás, el director del Programa Mundial de Alimentos de la Organización de Naciones Unidas (PMA), Jean-Martin Bauer, puntualizó que este fenómeno guarda relación también con la pertinaz violencia en las zonas controladas por las pandillas que impiden a la población adquirir los alimentos necesarios.
«La hambruna en Puerto Príncipe es inminente, pues Haití está experimentando una de las crisis alimentarias más graves del mundo», dijo Bauer, quien lamentó que 1,4 millones de personas sean acechadas por ese flagelo.
En la población, agregó, muchos están reduciendo sus comidas y consumiendo productos de menor calidad, lo que conlleva a altas tasas de desnutrición.
“Necesitamos seguir teniendo a Haití en el punto de mira, aunque sabemos que en algunas partes del mundo no se ha prestado suficiente atención a Haití. Mientras estamos pendientes de otras crisis, miramos a otra parte, pero la crisis de Haití está aquí, es ahora y merece una respuesta”, dijo el directivo del PMA.
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