Según la cadena BFM TV, la diputada y varias veces candidata presidencial se reunió esta noche con su entorno más cercano para abordar la postura de la organización de cara a una semana decisiva por las discusiones sobre el presupuesto del Estado para el 2025, con al menos tres textos que deben votarse en la Asamblea Nacional.
“Nos están engañando, tendrían que sorprenderme para que cambie de opinión y no creo que sean capaces de hacerlo», habría dicho a sus colaboradores estrechos Le Pen, de acuerdo con fuentes citadas por la televisora.
Si finalmente RN respalda en el hemiciclo una moción, el gabinete encabezado por Michel Barnier caería, ya que se da por descontado que el bloque de la izquierda Nuevo Frente Popular acompañará tal acción, incluso debe de ser el encargado de presentarla.
Ambos grupos parlamentarios y sus aliados cuentan de combinarse, pese a sus posiciones ideológicas contrapuestas, con votos más que suficientes para llegar a la mayoría absoluta en la cámara baja, fijada en 289 diputados.
Ya Barnier hizo concesiones y anuncios interpretados como un gesto para complacer a la extrema derecha, escenario que la izquierda denuncia, al tildar al jefe de Matignon y su gabinete de rehenes de Le Pen.
Mañana será entregado en la Asamblea Nacional el presupuesto de la Seguridad Social, con reportes que sugieren que una primera moción de censura pudiera votarse el miércoles.
El primer ministro asegura tener voluntad de diálogo, pero el ministro de Cuentas Públicas, Laurent Saint-Martin, declaró anoche que el presupuesto no tendrá más cambios.
Las consecuencias de la eventual caída del gobierno que integra a oficialistas y conservadores son analizadas por políticos y la prensa en los últimos días, con reclamos desde la izquierda y la extrema derecha de la renuncia del presidente Emmanuel Macron, quien tiene mandato en el Elíseo hasta el 2027.
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