Valdés recibió el galardón de manos del vicepresidente de la Asamblea Nacional y miembro del Comité Central del Partido Popular Revolucionario de Laos (PPRL), Chaleum Yiapaoheu, quien también encabeza la Asociación de Amistad Laos-Cuba.
La ceremonia se realizó al término de la exitosa función ofrecida en el Salón Nacional de la Cultura por el BNC, que por primera vez en la historia muestra su arte aquí con una representación tan numerosa de su elenco.
En su último día de estancia en Vientiane, este lunes, los artistas cubanos visitaron el Arco del Triunfo de Patouxay y la estupa de Pha That Luang, dos de los principales atractivos turísticos de esta ciudad, además de realizar una visita de cortesía a la ministra de Información, Cultura y Turismo, Suansavant Viyaketh. Previo a la función de la víspera la directora general del BNC dialogó también con el vicepresidente del Parlamento, Chaleun Yiapaoheu, y con el jefe del departamento de Relaciones Exteriores del PPRL y miembro de su Comité Central, Bpunleau Phandanouvong.
El Ballet Nacional de Cuba, declarado en 2018 como Patrimonio Cultural de la Nación, ofreció anoche aquí un programa representativo de su repertorio, con selecciones de los clásicos Don Quijote, Cascanueces y Carmen, y gustadas piezas como Aguas primaverales, Loss, Esmeralda y Majísimo.
Esta actuación de la internacionalmente reconocida compañía puso fin además a las actividades conmemorativas por el 50 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Laos, hecho acaecido el 4 de noviembre de 1974.
La presencia del BNC en Laos se inscribe dentro de una exitosa gira iniciada en China, donde además de participar en el Festival Internacional de las Artes de Shanghai ofrecieron dos funciones en Beijing, y que continuó en Vietnam, donde actuaron en Hanoi y la ciudad portuaria de Hai Phong.
Para Viengsay Valdés volver a presentarse aquí revistió un significado especial.
“Cuando me preguntan por mis primeros recuerdos, de inmediato pienso en Laos, adonde llegué en brazos de mi madre con apenas tres meses de nacida”, declaró la excelsa bailarina a la televisión laosiana en ocasión de su segunda visita a Vientiane, en 2016.
De ahí que sus primeros pasos, también en el baile, los diera precisamente en Laos, donde a mediados de la década de 1970 sus padres, Roberto Valdés y Clara Herrera, fueron nombrados Embajador y encargada de Asuntos Culturales, respectivamente, en la primera misión diplomática de Cuba en esta capital.
Contaba entonces con apenas tres años de edad cuando actuó por vez primera en un acto realizado en la Embajada para conmemorar el natalicio del Héroe Nacional José Martí, y allí comenzó a cosechar aplausos al bailar el Lam Vong (danza en círculo), uno de los bailes folclóricos más populares de la pequeña nación indochina.
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