El Departamento de Comercio de la potencia norteña notificó la decisión de restringir la exportación de semiconductores al gigante asiático, cuyas autoridades respondieron de forma inmediata.
Según el Ejecutivo estadounidense, las normas pretenden “perjudicar aún más” la capacidad china para fabricar semiconductores, los cuales pueden ser utilizados en la próxima generación de sistemas avanzados de armas, en IA y computación avanzada, que “tienen importantes aplicaciones militares”.
Las disposiciones de Washington limitan las exportaciones a 140 empresas, entre ellas las chinas Piotech y SiCarrier Technology, así como a Naura Technology Group, un importante proveedor de equipos para producir microchips.
También establecen restricciones para los envíos de chips de memoria de gran ancho de banda (HBM), fundamentales para aplicaciones de gama alta como el entrenamiento de IA, entre otras exigencias.
Para la cartera de Comercio el país asiático, se trata de una típica coerción económica y una práctica contraria al mercado.
Estados Unidos dice una cosa y hace otra, al sobredimensionar constantemente el concepto de seguridad nacional, abusar de las medidas de control de las exportaciones e incurrir en conductas unilaterales de intimidación, indicó el organismo en un comunicado.
La industria de los semiconductores, recordó el texto, está muy globalizada y el abuso de medidas reguladoras por Estados Unidos obstaculiza gravemente los intercambios económicos y comerciales normales entre países.
Ello socava las reglas del mercado, el orden económico y comercial internacional, y representa una grave amenaza para la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro a nivel global, subraya el pronunciamiento.
Los anuncios de este lunes añaden tensiones a un conflicto en ascenso que, no solo implican a la industria de los semiconductores, sino también a la producción y comercialización de minerales y otras materias primas fundamentales para diversos desarrollos tecnológicos en el mundo.
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