Al intervenir en la conferencia ministerial sobre ayuda humanitaria para la Franja, la vicesecretaria general del organismo, Amina Mohammed, calificó como espantoso y apocalíptico el resultado de la ofensiva israelí, marcado por los obstáculos para la ayuda y las presiones contra la Agencia de la ONU para Refugiados Palestinos (Unrwa).
«Estamos aquí para ayudar a asegurar un aumento inmediato de la ayuda vital para el pueblo palestino, garantizar la preparación para un posible alto el fuego y comenzar a sentar las bases para la recuperación y la reconstrucción, esto no puede suceder lo suficientemente pronto», instó desde esta capital.
Por su parte, el comisionado general de la Unrwa, Philippe Lazzarini, confirmó una pausa en la entrega de alimentos a través del cruce de Kerem Shalom debido a los saqueos de bandas armadas.
La decisión llega luego de que el domingo fueran tomados todos los camiones que transportaban alimentos después de cruzar a Gaza a través del principal corredor de ayuda.
La ruta no ha sido segura durante meses, insistió el funcionario al recordar que el 16 de noviembre, las bandas armadas robaron un gran convoy de camiones de socorro que también había cruzado por Kerem Shalom.
De acuerdo con Mohammed, «lo que estamos viendo bien puede equivaler a los crímenes internacionales más graves», con más de 44 mil vidas palestinas perdidas, desplazamientos generalizados y el colapso de los servicios esenciales.
A su juicio, los niños han sido los más afectados, con casi 19 mil hospitalizados solo en los últimos cuatro meses debido a la desnutrición aguda y la ofensiva israelí.
Según la ONU, el enclave tiene ahora el mayor número de niños amputados per cápita del mundo, con muchas cirugías realizadas sin anestesia.
«La catástrofe en Gaza es nada menos que un colapso completo de nuestra humanidad común. La pesadilla debe parar», urgió la vice titular de Naciones Unidas.
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