Según el medio, los agentes fueron heridos durante las violentas manifestaciones de la última jornada, sumándose así a la lista de 113 policías lesionados desde que estallaron los disturbios el pasado jueves.
Las manifestaciones están incitadas por la oposición y la presidenta georgiana, Salomé Zurabishvili, quienes no quieren reconocer los resultados de las elecciones parlamentarias de octubre pasado.
En los citados comicios legislativos del 26 de octubre, el partido oficialista Sueño Georgiano logró 89 de los 150 escaños en el parlamento unicameral; la oposición no reconoce la victoria de los euroescépticos, sus diputados se niegan a recibir credenciales y boicotean la nueva legislatura.
Desde el pasado jueves, después que el primer ministro Irakli Kobajidze suspendiera hasta 2028 las negociaciones con la Unión Europea sobre el proceso de adhesión, los detractores del actual gobierno siguen protestando frente a la sede parlamentaria en Tiflis.
Los manifestantes, a los que se unió en un momento la presidenta Zurabishvili, arrojan objetos contundentes y artefactos pirotécnicos a las fuerzas del orden que, a su vez, tratan de dispersar la multitud con cañones de agua y gases lacrimógenos.
El domingo, Kobajidze descartó repetir las elecciones legislativas a instancias de la oposición y afirmó que Zurabishvili, resuelta a continuar en la presidencia de Georgia «hasta que haya un parlamento legítimo», tendrá que abandonar su residencia y cederla a un sucesor elegido legítimamente a finales de diciembre.
Desde que estallaron las protestas, las autoridades de Georgia informaron de cientos de heridos y detenidos.
lam/gfa