La designación ocurre un día después de que César Lorduy, quien ocupaba el cargo desde el pasado mes de septiembre, renunció al puesto en medio de denuncias por presunto feminicidio y acoso sexual.
Sobre el nuevo presidente del CNE recaen acusaciones igual de serias que las de su predecesor, lo cual pone en entredicho la integridad del CNE, órgano que en octubre pasado anunció que levantaría cargos contra el presidente Gustavo Petro por presuntas violaciones a los topes de la financiación de su campaña electoral en 2022.
Prada, enemigo político confeso del actual mandatario, fue excongresista por el Centro Democrático, un curul al que tuvo que reiniciar en 2021 para evitar ser llamado por los órganos competentes por acusaciones de soborno.
Una de las imputaciones que pesan en su contra es intentar cambiar el testimonio de Juan Guillermo Monsalve, el exparamilitar que ha señalado al expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) como facilitador de la conformación de grupos paramilitares.
Tomando en cuenta sus antecedentes, el Pacto Histórico, la coalición afín al Gobierno, presentó una recusación en contra de Prada ante el CNE en relación al proceso que involucra al presidente Gustavo Petro, alegando una evidente vulneración al principio de imparcialidad y una presunta violación al régimen de conflictos.
Actualmente, la Fiscalía General de Colombia investiga la ocurrencia de hechos irregulares en los que habrían incurrido los siete magistrados del CNE que votaron a favor de formular cargos contra el mandatario de la nación.
Una vez que conoció de su designación, el presidente del país aseguró que ese órgano se había decantado por poner de líder a su “perseguidor”.
“Adelantan el golpe de estado y el pueblo debe prepararse”, alertó en su red social X.
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