En un mensaje divulgado en su cuenta de X, Arrobo señaló que quisiera dirigirse a los asambleístas, “para contarles la verdad, pero no puedo hacerlo”.
La exfuncionaria, acusada por supuesto incumplimiento de funciones, explicó que no es la falta de argumentos, “sino el temor a represalias devastadoras» porque exponer públicamente la verdad significaría su inmediata detención por parte de la Policía, «que hoy no responde a la ley».
Agregó que si muestra públicamente sus conversaciones con el presidente, Daniel Noboa, podría probar que le advirtió al mandatario sobre la gravedad de la crisis energética y cómo insistió en hacerlo público para que la ciudadanía estuviera preparada.
“Si la ciudadanía se da cuenta de que me prohibieron hablar y hasta me cancelaron la rueda de prensa que preparé, entonces mi vida y la de mi familia habrá acabado”, escribió la extitular.
Según publicó, drones han sobrevolado su casa, patrulleros acosaron a su familia, y uniformados intentaron entrar a la casa de su abuela.
También recordó que enfrenta una investigación por paralización de servicio público y traición a la Patria, mientras quienes pasaron por el Ministerio de Energía después, siguen sin resolver la grave crisis porque es “estructural” y “no enfrentan proceso alguno”.
Necesitaban desviar la atención de la ciudadanía en un contexto político en donde necesitaban un chivo expiatorio, agregó.
Sostuvo que el juicio político llega en un momento en el que su comparecencia “solo serviría a los intereses electorales de las diversas fuerzas políticas” y afirmó que no arriesgará su vida, su libertad y la seguridad de su familia para satisfacer intereses ajenos a las necesidades del país.
Arrobo, que fue destituida del cargo en abril de 2024, tras cinco meses de gestión, fue acusada por Noboa de presunto sabotaje en medio de una declaración de emergencia eléctrica.
Ecuador atraviesa una crisis energética que el Ejecutivo atribuye a la peor sequía en los últimos 60 años y que ha conllevado apagones de hasta 14 horas por día.
Expertos señalan que el origen de la emergencia energética está en la falta de inversión y previsión de las autoridades, que no adoptaron medidas ante los reportes que preveían la sequía.
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