Después de dos horas de debate, 331 de los 577 diputados respaldaron la iniciativa promovida por el Nuevo Frente Popular, integrado por insumisos, socialistas, ecologistas y comunistas, bloque que considera al gobierno ilegítimo y que rechaza su proyecto de Presupuesto del Estado para el 2025.
Ustedes son un fracaso anunciado, hoy haremos historia, afirmó en la tribuna del hemiciclo el diputado de La Francia Insumisa Eric Coquerel, quien preside la Comisión de Finanzas.
La moción de la izquierda tuvo éxito porque contó con el acompañamiento del partido de extrema derecha Agrupación Nacional, cuya líder Marine Le Pen atribuyó el voto junto al Nuevo Frente Popular a una cuestión de pura estrategia. En su intervención ante los diputados el primer ministro esgrimió que la realidad financiera del país no desaparecerá con la censura.
Asimismo, instó a los diputados a la responsabilidad, tras manifestar que la censura traería nefastas consecuencias.
Barnier introdujo un proyecto de austeridad, con 60 mil euros de ahorro y el argumento de comenzar a sanear el año próximo las finanzas públicas, frente a una colosal deuda, que pudiera rondar o superar en 2024 un seis por ciento del Producto Interno Bruto.
Tanto la izquierda como la extrema derecha denuncian un Presupuesto que ataca el bolsillo de las clases populares y medias.
El malestar opositor escaló el lunes, cuando Barnier apeló al artículo 49.3 de la Constitución, que permite adoptar normas sin el voto parlamentario, para aprobar el Presupuesto de la Seguridad Social.
La moción de censura contra un primer ministro es la primera con éxito desde 1962, enviando a Francia por un terreno desconocido, que el oficialismo tilda de caótico.
Según diversos medios de prensa, el presidente Emmanuel Macron pudiera nombrar un sustituto de Barnier en 24 horas.
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