De acuerdo con el Asesor Especial sobre Soluciones a los Desplazamientos Internos, Robert Andrew Piper, ese grupo representa la gran mayoría de los 120 millones de personas desplazadas por la fuerza en el mundo, pero son relativamente invisibles a pesar de su número.
«A diferencia de los refugiados y migrantes, no han cruzado una frontera internacional. No existe una agencia específica, ni un tratado o pacto mundial para los desplazados internos, ni un día internacional que los singularice, y su número se ha duplicado en los últimos 10 años», precisó.
No obstante, el experto reconoció avances en los marcos legales de algunos países que han puesto en marcha nuevas leyes y políticas al respecto como Chad, Nigeria y Filipinas.
Otras naciones como Iraq, la República Centroafricana, Colombia, Etiopía, Nigeria, Libia, Mozambique y Somalia asumieron compromisos colectivos para poner a más de 11,5 millones de desplazados internos en una vía de soluciones con el lanzamiento de un plan de acción a mediados de 2022.
«Varios gobiernos de todo el mundo han desarrollado soluciones nacionales, estrategias, planes específicos que establecen lo que se necesitará para trasladar a sus personas desplazadas a ser asentadas. Quién hará qué, cuánto costará, qué opciones están disponibles», aseveró en ese sentido.
La ONU, precisó, ha reconfigurado sus propias estructuras y políticas para que sean más adecuadas con el propósito de apoyar a sus miembros en esta tarea.
«Hemos acompañado a estos gobiernos en cada paso del camino en la articulación de sus planes de soluciones. Las agencias individuales han reelaborado sus acuerdos internos, comprometiendo más dinero y gente, mucha inversión en sistemas de datos, en capacidad de búsqued», detalló.
A la par, el organismo fortaleció sus equipos en esas naciones y creó un nuevo fondo de soluciones para ayudar a los equipos a avanzar más rápido.
El plan incluyó asimismo la colocación de nuevos expertos en las oficinas de los países junto a sistemas para aportar más activos de desarrollo y consolidación de la paz a la tarea, todo ello bajo el liderazgo del coordinador residente, principal funcionario de la ONU en cada nación.
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