El gobierno aceptó un crédito por 200 millones de dólares con amortización a 20 años.
Los fondos, extraíbles en tres años y posibilidad de acceso por otros tres, tendrán como objetivo contribuir a la descarbonización del transporte, una de las principales fuentes de emisiones de gas de efecto invernadero en este país sudamericano.
El crédito también apoyará proyectos de hidrógeno verde, que el actual gobierno uruguayo ha estado promoviendo, informó el diario El Observador.
La financiación del BID tiene varias condicionantes, incluida que la estatal empresa de transmisión eléctrica, UTE, apruebe un plan de bonificación a descontar de la factura por la compra de un sistema de alimentación de vehículos eléctricos homologados.
También que se publiquen las bases para la instalación de estaciones de carga de vehículos eléctricos en la red de UTE, proceso que avanza aquí.
El contrato plantea que el Ministerio de Industria resuelva la hoja de ruta para el hidrógeno verde.
Además requiere la aprobación del Plan Nacional de Adaptación del Sector Energético, a fin de mejorar la capacidad de adaptarse, fortalecer la resiliencia y reducir la vulnerabilidad ante el cambio climático.
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