El rotativo cita declaraciones del economista jefe para Latinoamérica de Citi Research, Ernesto Revilla, quien consideró que las políticas que promueve el presidente electo implicarían un incremento en la inflación de la economía estadounidense, así como un empuje al alza de las tasas de interés.
De concretarse, las deportaciones de trabajadores indocumentados afectarán a los países centroamericanos, a la vez que lo que suceda en Estados Unidos acaba por impactar a la economía mundial, incluyendo a El Salvador.
Señala el diario que cerca de una tercera parte de las exportaciones locales se dirige hacia el mercado estadounidense, mientras que de dicha nación procedió un 92.8 por ciento de los más de seis mil 363.5 millones en remesas recibidos hasta octubre.
El economista principal para Centroamérica y países andinos de Citi, Esteban Tamayo, por su parte, recordó que en Estados Unidos hay al menos 330 mil salvadoreños con documentos, mientras que más de 710 mil se encuentran en situación irregular.
La valoración de Citi señaló que, de concretarse los temores de deportaciones masivas, las personas resguardadas en el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) podrían ser los más fáciles de identificar.
Aseveró el economista que el crédito también se volverá más caro en naciones como El Salvador, mientras que se desconoce qué podrá ocurrir con las remesas si las deportaciones incrementan y se concreta un incremento de impuestos.
Asimismo dijo que si se produce un “desacoplamiento” en el mercado laboral de Estados Unidos generaría un efecto sobre los niveles de turismo en Latinoamérica.
Citi advierte que los países de derecha, como el del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, podrán tener un mayor apoyo de Estados Unidos frente a otras economías gobernadas por la izquierda, como México, Brasil y Colombia, indicó la reseña de El Mundo.
En sus valoraciones el analista de Citi señaló que pese a la mejora del panorama para la economía salvadoreña, aún es necesario un programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por mil 400 millones de dólares que pudiera concretarse este mes.
Pero, de no alcanzarse, la entidad ve un “desfase” entre el gasto y la recaudación tributaria en el gobierno salvadoreño, evidenciado que no existirá un financiamiento claro.
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