«Es un aproximado de 8.000 miembros de pandillas que tenemos pendientes de capturar», según estimaciones del servicio de inteligencia, dijo el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, en declaraciones a medios de prensa.
El tema de la seguridad en el país es puntual en la gestión del presidente Nayib Bukele, quien destaca que su gobierno alcanzó ya 771 días sin asesinatos, de estos, 658 bajo el régimen de excepción.
La Policía Nacional Civil (PNC) en su informe matutino de este jueves precisó que se mantiene la tendencia de noviembre y ya se registran cuatro días sin homicidios.
De mantenerse el paso actual, los salvadoreños pudieran superar estimados que sitúan el índice de asesinatos atribuibles a las pandillas en 1.9 en la actualidad y acercarse a 1.5, algo que no sorprendería por la efectividad mostrada por la PNC y la Fuerza Armada en el combate a las bandas.
Las autoridades aseguran que de mantenerse la tendencia este año se finalizará con una tasa que ronde entre 1.4 a 1.8 homicidios por cada 100 mil habitantes.
Al abordar el tema Villatoro aseguró que la mayoría de los que siguen libre son los llamados «homeboy» (pandilleros que tuvieron violentas ceremonias de iniciación) y la policía realiza un «barrido» para hallarlos.
Durante sus declaraciones a los medios de prensa en la que participaron además el fiscal general, Rodolfo Delgado, y el ministro de la Defensa, René Francis Merino, el titular de Seguridad aseveró que las pandillas están destruidas.
Bukele anunció el domingo que pronto podría «relajar» las medidas de seguridad, lo cual según Villatoro está en estudio, algo que coincide con declaraciones este año a la revista estadounidense Time en que afirmó el régimen de excepción puede desaparecer pronto.
Según estimados, a las maras o pandillas se les atribuye unas 125 mil muertes en tres décadas mientras operaban en el 90 por ciento del país y se financiaban con unos dos mil millones de dólares al año obtenidos mediante extorsiones y otras acciones, explicó Villatoro.
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