Así lo afirmó el canciller uruguayo, Omar Paganini, tras reunión del Consejo del Mercado Común del bloque, que reúne en esta capital a cancilleres, ministros de Economía y directivos de bancos centrales de Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia y el país anfitrión.
Paganini dejó el balón al encuentro de mandatarios mañana, aunque explicó consensos y diferencias presentes entre los socios del bloque sudamericano.
“Argentina manifestó su acuerdo en apoyar el acuerdo Mercosur-Unión Europea y por otro lado habló de un reclamo, que Uruguay también comparte, que para nosotros son cosas independientes, que es el de la negociación con más flexibilidad de acuerdos con terceras partes“, acotó.
El Consejo ordinario de Mercosur recibió hoy un jarro de agua fría en las aspiraciones de conseguir un acuerdo técnico para un tratado comercial con la Unión Europea (UE) que estaría a la firma de los presidentes.
La cita inició con la impronta del mensaje divulgado en su llegada a esta capital de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
«La meta del acuerdo UE-Mercosur está a la vista. Vamos a trabajar, vamos a cruzarlo», afirmó la presidenta de la comisión en la red social X.
Von der Leyen tiene previsto reunirse esta tarde con el presidente Luis Lacalle Pou, su tope el viernes con los mandatarios del bloque sudamericano.
Pero antes se divulgó un mensaje a la directiva europea del presidente francés, Emmanuel Macron, quien le reiteró que París considera inaceptable los términos del proyecto de acuerdo comercial de la UE con Mercosur.
«Continuaremos defendiendo sin descanso nuestra soberanía agrícola», añadió la presidencia francesa en un mensaje publicado en X.
El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea lleva 25 años de negociación y, en palabras del canciller uruguayo Omar Paganini, está en un «momento crítico» para su concreción.
La tratativas han estado centradas estaba centrada en las compensaciones a la agenda ambiental impuesta por los europeos para todas las importaciones de alimentos y de productos agrícolas.
A lo interno de Mercosur también hay preocupaciones, como la del presidente paraguayo, Santiago Peña, sobre la normativa europea que prohíbe la importación de productos agrícolas que fueron plantados en tierras deforestadas con ese propósito.
La Comisión Europea tendría autorización de los socios de la Unión Europea para terminar la negociación con Mercosur, pero el acuerdo luego debe ser ratificado por los parlamentos.
Ello avizora un largo camino para su ratificación, cuyo primer paso firme podría quedar registrado en Montevideo, sede del Mercado Común del Sur, aunque ello sigue siendo una incógnita.
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