Durante un discurso televisado, el secretario general del movimiento político y militar expresó a los países árabes que cada ganancia para Israel es una pérdida para todos, no solo para Palestina, Siria y Líbano.
En valoración del dirigente de Hizbulah, la agresión contra Siria está patrocinada por Estados Unidos e Israel, tras su fracaso en Gaza, el bloqueo de horizontes y sus intentos fallidos de neutralizar a la nación levantina.
Al alertar del plan israelí, Qassem exhortó a apoyar a la Resistencia en su lucha contra la entidad de ocupación.
De acuerdo con la máxima figura de Hizbulah, la Resistencia logró aplastar la brutal agresión desde la firmeza de los combatientes en el campo de batalla, el impulso del mártir Hassan Nasrallah y la recuperación de la estructura de mando y control.
A juicio del jefe de la Resistencia, la recuperación de la estructura de liderazgo y control en Hizbulah fue un factor importante en la victoria contra el enemigo israelí.
En relación a la tregua, Qassem indicó que el pacto de alto al fuego constituye un mecanismo de implementación de la Resolución 1701 de la ONU y «este no es un acuerdo nuevo ni independiente por sí mismo».
Según el dirigente, las decisiones pertinentes contenidas en la disposición 1701 tienen sus propios mecanismos, incluido el restablecimiento de las fronteras de Líbano dentro del período de un tiempo establecido.
A la luz de más de 60 violaciones israelíes al cese de las hostilidades, consideró que el Estado es responsable de seguir estas infracciones junto con el comité supervisor.
Respecto al tema del desplazamiento, reafirmó la contribución de Hizbulah con suministros materiales a través de comités voluntarios, así como el compromiso con la fase de alojamiento y reconstrucción.
Qassem subrayó que cada persona cuya casa haya sido completamente destruida recibirá 14 mil dólares durante un año si reside en Beirut y 12 mil si está fuera de la ciudad.
Para el líder de Hizbulah, el gobierno libanés es responsable de retirar los escombros, abordar la infraestructura y elaborar un programa para los costos de reparación de viviendas y reconstrucción.
En sus palabras, enfatizó: «trabajaremos mano a mano con el gobierno y el Estado libanés, que deben destacar las contribuciones de los países hermanos y amigos».
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