El sumo pontífice será el principal ausente en las ceremonias que tendrán lugar el 7 y el 8 de diciembre para la reapertura de la catedral declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1991, parcialmente destruida por un incendio el 15 de abril del 2019.
Autoridades religiosas francesas han justificado la no presencia de Francisco en los actos, con argumentos que van desde su agenda hasta su deseo de que todo el protagonismo recaiga en Notre-Dame de París.
Sin embargo, el papa estará a mediados del mes en curso en Ajaccio, la capital de Córcega, donde dialogará con el presidente anfitrión, Emmanuel Macron.
Más de 40 jefes de Estado y de Gobierno y personalidades mundiales ya confirmaron su asistencia a las ceremonias.
La lista incluye, entre otros, a los presidentes de Grecia, Ekaterini Sakellaropoulou, e Italia, Sergio Mattarella, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, la primera dama de ese país, Jill Biden, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
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