El casabe, presente en el arte culinario haitiano, se suma a distinciones anteriores como la Soupe Joumou y el sitio de Bois Caïman.
Esta decisión de la Unesco marca un paso significativo en la preservación y mejora de la cultura haitiana, y en la región del Caribe, precisó el sitio digital Noticias Kominotek.
La distinción que honra las tradiciones culinarias, las prácticas culturales y los conocimientos ancestrales tiene en la figura de la exministra de Relaciones Exteriores Dominique Dupuy a su principal promotora.
Las tradiciones culturales son un reflejo de nuestra identidad, expresó Dupuy.
«Juntos, sigamos celebrando y preservando nuestro patrimonio vivo, porque cada plato, cada música, cada baile cuenta nuestra historia», expresó Dupuy, quien llamó a los haitianos a unirse para proteger y mejorar estos elementos culturales que encarnan el alma del país.
La excanciller -quien salió recientemente de la escena política tras un golpe de Estado- adelantó que el próximo año, el kompa será evaluado para su posible inscripción en la lista de la Unesco.
Este estilo musical fue popularizado desde mediados de los años 50, y los expertos lo consideran una evolución del méringue, ritmo bailado y cantado en Haití desde finales del siglo XIX, que a su vez se derivó del carabiné.
El méringue está basado en instrumentos de cuerdas como el laúd, la guitarra, además de una sección de trompetas y piano, y su diferencia con el merengue es que el acordeón está ausente.
En tanto, el carabiné es un ritmo folclórico de La Española, de fuerte influencia africana, y se interpreta con tambora, pandero y acordeón. La bomba puertorriqueña, el son cubano y el calipso son elementos que destacan en la sonoridad del kompa.
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