Según la defensa del político ultraderechista, el magistrado no podría actuar en la causa por tener interés en ella, pues se considera también una víctima.
La presunta acción golpista implicaba un intento de asesinato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, del vicepresidente Geraldo Alckmin y del propio juez,
«El mismo ministro, en diversas manifestaciones en los mencionados autos, reconoce expresamente que habría sido objeto de un «plan», cuyas finalidades incluirían incluso su muerte, lo que le pone en una posición de presunta víctima», indica la petición hecha por los abogados del exgobernante (2019-2022).
A finales de noviembre, Bolsonaro y otras 36 personas fueron acusadas por la Policía Federal (PF) por abolición violenta del Estado Democrático de Derecho, golpe de Estado y organización criminal.
De acuerdo con el informe oficial de la PF, el excapitán del Ejército habría tenido conocimiento del plan para eliminar a Lula, Alckmin y De Moraes, e impedir así que la fórmula electa tomara posesión después de las elecciones de 2022.
La indagación de la tentativa golpista está aún en análisis en la Procuraduría General de la República (Fiscalía).
El fiscal general Paulo Gonet puede pedir más diligencias, archivar o presentar una denuncia al STF.
Si la última opción aflora, el proceso será enviado a la Corte Suprema.
De aceptar el tribunal superior las imputaciones, los investigados se convertirán en acusados.
Esta es la segunda vez que el equipo de defensa de Bolsonaro intenta impedir que De Moraes actúe en las pesquisas.
La primera solicitud fue denegada por el presidente del STF, ministro Luis Roberto Barroso, relator de la acción.
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