Así lo describió la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen en comparecencia junto a los presidentes de Uruguay, Luis Lacalle Pou; de Argentina, Javier Milei; el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el paraguayo Santiago Peña, cuyos Estados son parte del bloque sudamericano.
Fue la antesala de la cumbre 65 de Mercosur, en la que Uruguay entregará la presidencia pro témpore a Argentina, cuyo presidente se estrena en estas lides.
En la ocasión Lacalle Pou y Von der Leyen consideraron que se trata de un día histórico luego de 25 años de negociaciones entre las partes.
Estamos enviando un mensaje claro al mundo cada vez más confrontativo, apuntó la directiva de la CE.
Somos socios con historia y cultura entrelazadas y pondremos la cooperación como verdaderos motores ante los vientos que soplan hacia al aislamiento y la confrontación, dijo la funcionaria europea.
Apuntó que el consenso implicará el respeto a los compromisos ambientales de la Cumbre de París, y subrayó que las empresas e inversiones deberán combatir la desforestación y respetar el patrimonio natural.
El tratado comercial supone varios beneficios para los países del Mercosur ya que Europa eliminará aranceles en el 70 por ciento de los productos que exporta el bloque sudamericano.
El acuerdo enfrenta dificultades políticas por la resistencia de algunos países europeos, principalmente Francia, y movilizaciones de agricultores europeos que consideran nocivo el pacto para sus intereses.
La Comisión Europea tiene autorización de los socios de la Unión Europea para terminar la negociación cuando lo considere conveniente pero el acuerdo luego debe ser ratificado por los parlamentos, incluido el Europeo
Ello avizora un largo camino para su ratificación y entrada en vigor, cuyo primer paso firme queda registrado en Montevideo, sede del Mercado Común del Sur.
mem/ool
