Un comunicado de la cancillería señala que en ese foro, presidido por el titular de ese ministerio, Antonio Tajani, “se evaluó la necesidad de evitar efectos distorsionadores en la economía italiana”, como consecuencia de las sanciones para afectar a Moscú, impuestas en el marco del conflicto en Ucrania, por países que apoyan a Kiev.
En el encuentro se estableció un intercambio con representantes de asociaciones empresariales y bancarias, con el objetivo de proporcionar aclaraciones y garantías sobre la protección de los intereses de las compañías italianas y los ciudadanos de este país europeo que operan en Rusia.
En esa mesa redonda, convocada por la cancillería italiana por tercera vez desde mayo de este año, también participaron funcionarios de los ministerios de Economía y de Empresa, así como directivos de la Confederación General de la Industria Italiana (Confindustria), y de la Agencia para la promoción empresarial en el Extranjero (ICE).
También estuvieron presentes autoridades del Banco de Italia, de la Agencia de Aduanas, y representantes de las principales empresas italianas con importantes inversiones en la Federación de Rusia, así como de asociaciones comerciales y empresas, que representan a sectores productivos particularmente expuestos al mercado ruso.
Se sumaron además, por videoconferencia, funcionarios de la Embajada de Italia en Moscú, miembros de la Cámara de Comercio Italo-Rusa, de la Unión Nacional de Empresas (Unimpresa) y del capítulo de la Confindustria presente en esa nación de Europa oriental.
En relación con los propósitos de este tercer foro, Tajani manifestó que “el Gobierno sigue con la máxima atención la evolución de la situación en la Federación Rusa, para proteger los intereses legítimos de nuestras empresas, que operan respetando el marco sancionador actualmente en vigor”.
La primera reunión de la Mesa Rusia tuvo lugar el 2 de mayo de este año, y tuvo como objetivo analizar acciones ante la nacionalización, por Moscú, de la filial de Ariston Thermo.
El ministro se refirió entonces a medidas en estudio a nivel europeo, para compensar a empresas que enfrenten medidas similares a las que afectaron a Ariston.
La nacionalización de esa empresa por Moscú tuvo lugar luego de que el 19 de abril, la portavoz de la cancillería de ese país, María Zajárova, anunció que si occidente confiscaba sus activos congelados, su país se guiaría por el principio de reciprocidad, que prevé el derecho inalienable de represalia.
A esa primera Mesa Rusia siguió otra convocada solo 18 días después, tras la decisión del Tribunal de Comercio de la región de Leningrado, de ordenar el embargo de aproximadamente 463 millones de euros de la filial rusa del grupo Unicredit.
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