Israel despliega en la región un sistema de impedimentos administrativos y físicos que controlan los movimientos del pueblo palestino y limitan su acceso a sus recursos productivos, alertó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, en inglés) en un informe difundido aquí.
El plan incluye la división de la Ribera Occidental en diferentes áreas administrativas, la aplicación de un régimen de permiso estricto, controles burocráticos, cientos de retenes militares y numerosas colonias, subrayó.
La organización afirmó que “los elementos de la compleja matriz de control establecida se refuerzan entre sí y apuntalan una anexión de facto de grandes porciones”.
Una variedad de controles impuestos por el ejército limitan el desarrollo económico en las áreas A y B de Cisjordania, agregó.
Entre ellos citó la prohibición de la importación de ciertas tecnologías e insumos con el argumento de que pueden ser usados con fines militares.
Tales restricciones inflan el costo de producción y socavan la competitividad de los productores palestinos en los mercados nacionales y extranjeros, destacó.
Asimismo, recordó que el Área C representa más del 60 por ciento de la Margen Occidental, y está totalmente bajo el control de Israel.
La Unctad asegura que la evacuación de las colonias judías en el territorio es una condición indispensable “para la erradicación de pobreza, el logro de los objetivos de desarrollo sostenible en el territorio palestino ocupado y el surgimiento de un estado palestino viable y soberano”.
Según datos oficiales, unos 250 mil colonos israelíes viven en la zona ocupada de Jerusalén Este y otros 500 mil en el resto de Cisjordania.
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