Las restricciones de acceso, la ausencia de orden y el desprecio por el derecho internacional afectan al personal humanitario, las operaciones y la población del territorio, subrayó el organismo en un comunicado.
El PMA criticó los saqueos y ataques de convoyes humanitarios en el centro y sur del enclave, y aclaró que es imposible enviar productos vitales al norte por las operaciones del ejército israelí, que cerró la zona.
A pesar de nuestros esfuerzos para reparar carreteras, reforzar la logística y probar nuevas rutas, la situación se está deteriorando, y no hay suficientes suministros que ingresen para proporcionar asistencia mensual, resaltó.
También advirtió sobre el cierre de las pocas panaderías que aún funcionan mientras “las cocinas de comida caliente están estirando los suministros restantes”.
Es necesaria una mejora urgente en la seguridad y el orden público para satisfacer las inmensas necesidades humanitarias, recalcó.
Ante la crisis que vive el territorio por la agresión y el bloqueo israelí, a lo que se suma la ausencia de orden público, proliferación allí las bandas armadas que roban los pocos cargamentos de ayuda que ingresan, según diversas ONG y la ONU.
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