En 2023 se batieron varios récords alarmantes de fenómenos extremos y 2024 va por el mismo camino, mientras el calentamiento global se acelera en las últimas décadas. ¿Cuáles son las razones de dicha aceleración?, cuestiona el artículo sobre el tema difundido en tutiempo.com
Explican los científicos que las nubes altas y las escenas sin nubes provocan un calentamiento de la atmósfera terrestre, ya que se escapa menos energía al espacio de la que llega del sol. En el caso de las nubes bajas, ocurre lo contrario, por lo que su disminución conduce al calentamiento.
Para los investigadores, tener en cuenta los efectos de las influencias antropogénicas, como la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, el fenómeno meteorológico El Niño y los fenómenos naturales como las erupciones volcánicas, pueden explicar una parte importante del calentamiento.
Pero al hacerlo aún queda una brecha de aproximadamente 0,2 ºC, que nunca ha sido explicada satisfactoriamente.
Para explicar el fenómeno, científicos del el Instituto Alfred Wegener explicaron que además de la influencia de El Niño y el calentamiento a largo plazo previsto debido a los gases de efecto invernadero antropogénicos, ya se han analizado otros factores que podrían haber contribuido a las sorprendentemente altas temperaturas medias globales desde 2023, entre ellos el aumento de la actividad solar, grandes cantidades de vapor de agua procedente de una erupción volcánica o menos partículas de aerosol en la atmósfera.
La ‘brecha explicativa’ de 0,2 grados centígrados para 2023 es actualmente una de las cuestiones más intensamente debatidas en la investigación climática, afirmó.
Los datos se remontan a 1940, lo que permite un análisis detallado de cómo han evolucionado el presupuesto energético global y la cobertura de nubes a diferentes altitudes.
A juicio de los autores, esto constituye lo que provocó esta caída casi récord del albedo planetario, o sea, el porcentaje de radiación solar entrante que se refleja de vuelta al espacio tras todas las interacciones con la atmósfera y la superficie de la Tierra. Cuanto menos albedo, menor energía reflejada al espacio y mayor temperatura retiene la Tierra.
El albedo de la superficie de la Tierra ha ido disminuyendo desde la década de 1970, debido en parte a la disminución de la nieve y el hielo marino del Ártico, lo que también implica menos áreas blancas que reflejen la luz solar. Desde 2016, esto se ha visto exacerbado por la disminución del hielo marino en la Antártida.
Sin embargo, nuestro análisis de los conjuntos de datos muestra que la disminución del albedo superficial en las regiones polares sólo representa aproximadamente el 15% de la disminución más reciente del albedo planetario», explica Goessling.
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