La medida tuvo en cuenta investigaciones realizadas en los últimos años sobre el perjuicio de los móviles para niños y adolescentes.
De autoría de la diputada Marina Helou, el proyecto hace que esté prohibido el uso de los aparatos en toda la educación básica, para todas las edades.
Los celulares no podrán ser usados durante el período de permanencia de los alumnos en los centros docentes, incluyendo intervalos entre clases, recreos y eventuales actividades extracurriculares.
En los últimos meses, ganó fuerza en el país el consenso sobre los riesgos para el aprendizaje y el desarrollo de infantes y jóvenes causados por el teléfono celular.
A nivel nacional, fue aprobado en la Comisión de Educación y en octubre siguió para la Comisión de Constitución y Justicia y Ciudadanía un proyecto de ley nacional al respecto. Después, será evaluado por el Senado.
Varios estados tienen leyes de 2007 o 2008 que hablan de la prohibición del equipo en las aulas, pero muchos se convirtieron en letra muerta por la dificultad de implementación y la falta de fundamento.
Países como Finlandia, Holanda, Portugal, España, Estados Unidos aprobaron recientemente políticas de prohibición o restricción de los aparatos, también en base a las nuevas investigaciones post-pandemia de Covid-19.
Una de las mayores evidencias emergió de un informe del año pasado de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que compiló estudios que relacionan el uso de celulares y los resultados educativos en 14 países.
La conclusión fue que los efectos son negativos, con impacto principalmente en la memoria y comprensión.
Otras indagaciones muestran que los estudiantes pueden tardar hasta 20 minutos en concentrarse de nuevo en lo que estaban aprendiendo después de usar el teléfono para actividades no académicas.
Incluso, el dispositivo apagado o usado por un compañero, alegan los estudios, puede llevar a problemas de aprendizaje.
Una encuesta realizada por el instituto Datafolha mostró que el 62 por ciento de la población brasileña apoya la prohibición de celulares en los establecimientos de educación.
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