La ministra delegada para el Comercio Exterior, Sophie Primas, reaccionó a las palabras desde la capital uruguaya de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresando que tal compromiso solo se refiere a esa institución.
“Claramente no es el fin de la historia. Lo que ocurrió en Montevideo no fue la firma del acuerdo, solo la conclusión política de la negociación, que compromete a la Comisión, no a sus Estados miembros”, esgrimió en una declaración a la agencia AFP la funcionaria de un gabinete dimitente, tras la moción de censura que el miércoles derribó al primer ministro Michel Barnier.
También líderes de diversos partidos criticaron el acuerdo de libre comercio de la UE con el mercado integrado por Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, celebrado por von der Leyen tras 25 años de discusiones.
Desde la izquierda, el secretario nacional de los comunistas, Fabien Roussel, tildó lo sucedido de “un acto de traición”, al considerar que la iniciativa ataca la soberanía popular y sacrifica los intereses del pueblo y de la agricultura.
Por su parte, la principal figura de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, acusó al presidente Emmanuel Macron de jugar en casa al “monopolio político”, mientras el gobierno alemán se felicita por el acuerdo con el Mercosur.
Sin los italianos, los franceses, los polacos, a nombre de quién von der Leyen firmó un texto que el Parlamento Europeo nunca votó, al parecer Alemania decide sola, opinó en la red social X.
También la líder del partido de extrema derecha Agrupación Nacional, Marine Le Pen, y el conservador Éric Ciotti fustigaron el acuerdo.
Nuestra Asamblea Nacional lo rechazó, pero la Comisión Europea pisa el voto soberano de los diputados e impone su dictado, dijo Le Pen.
Los agricultores franceses retomaron en noviembre su movimiento de protesta, con la denuncia del acuerdo de libre comercio UE-Mercosur como una de sus principales banderas, con el argumento de que representa la competencia desleal y el retroceso en la protección ambiental.
Del otro lado del Atlántico, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, destacó el pacto con el bloque de 27 Estados miembros, calificándolo de equilibrado y de preservador de la independencia de los países sudamericanos.
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