A la fecha conmemorativa, que se celebra cada 2 de diciembre en la nación caribeña, acudieron el ministro venezolano para Relaciones Exteriores, Yván Gil, el embajador de La Habana aquí, Dagoberto Rodríguez, el cuerpo diplomático acreditado y funcionarios del Estado bolivariano.
Gil declaró que con este acto tenemos la oportunidad de conmemorar una gesta revolucionaria liderada por Fidel Castro (1926-2013), junto a un grupo de revolucionarios que “ofrendaron sus vidas para iniciar la campaña liberadora”.
El jefe de la diplomacia bolivariana exaltó el espíritu combativo de aquellos hombres que sentó las bases de la Revolución cubana, la cual inspiró, desde su nacimiento el 1 de enero de 1959, la lucha por la liberación imperialista en diversas partes del mundo.
Afirmó que venir a rendir homenaje a “los mártires y victoriosos que lograron edificar la Revolución siempre será un honor”.
También transmitió un mensaje de hermandad, solidaridad y compromiso a los hombres y mujeres que día a día luchan por mantener la soberanía de la República de Cuba.
El 2 de diciembre de 1956 el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, acompañado por 82 expedicionarios del yate Granma, desembarcaron en la madrugada por las costas de Las Coloradas, en la actual provincia de Granma, en el oriente del país.
Tras una tortuosa travesía de ocho días por las aguas del golfo de México, que retrasó los planes iniciales de desembarco, los jóvenes llegaron a tierra cubana bajo la consigna de “seremos libres o mártires”.
Apenas tres días después, desorientados, bajo el agotamiento físico, primero en el mar, el mangle, fango y luego de largas caminatas entre cañaverales, fueron asediados por la aviación y el Ejército del dictador Fulgencio Batista (1952-1958) y recibieron su primer bautizo de fuego en el lugar conocido como Alegría de Pío.
En aquellos campos y en medio del fragor del combate se escuchó la memorable frase del joven Juan Almeida Bosque “aquí no se rinde nadie….”, que quedaría para la posteridad como símbolo del coraje y resistencia de aquellos hombres dispuestos a morir por ver a Cuba libre.
Los sobrevivientes del bautizo de fuego se reagruparon y dieron lugar al embrión de lo que sería luego el Ejército Rebelde, el cual tras la victoria de Enero se fusionó con el resto de las fuerzas revolucionarias para dar lugar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) en 1961, que cada 2 de diciembre celebra su día.
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