La ceremonia, que tuvo por sede la embajada de la nación centroamericana en el istmo y contó con la presencia de su titular, Consuelo Sandoval, dio votos de prosperidad y paz a los presentes, en medio de rezos, cantos y la actuación del grupo filarmónico Los Nica, que popularmente llaman los chicheros( por el origen de una bebida local).
“¿Quién Causa tanta Alegría? ¡La Concepción de María!, vitoreaban alegres los asistentes a la velada, buena parte niños, en medio del jolgorio que incluye una práctica conocida en el país como gritería.
Para muchos fue un momento especial de unión y fraternidad, reflejando los valores de alegría, fe y solidaridad que caracterizan estas festividades, en las que se distribuyen regalos, golosinas, frutas, bebidas y comidas típicas.
En declaraciones a Prensa Latina, el promotor cultural e historiador nicaragüense Wilmor López, indicó en su momento que la tradicional festividad, denominada como La Purísima, surgió durante la conquista española en el siglo XV y comprende cada 8 de diciembre una novena y la ceremonia dedicada a la Inmaculada Concepción.
Las canciones, la distribución de frutas, dulces y otras especialidades, posibilitan en esta festividad un ambiente de felicidad que crece con el transcurso de las horas.
Después del triunfo de la revolución, en 1979, la celebración de la Purísima trata de hacerse con énfasis en la comunidad; y en cada cuadra o grupo de vecinos organizan los festejos de forma colectiva.
Para los historiadores, el paso de los años y la propia dinámica de la modernidad reforzaron y ampliaron el culto, con peculiaridades en dependencia de la región y, todo ello, convierte esa práctica en una festividad única en el mundo y en expresión identitaria que trasciende las fronteras nacionales.
lam/ga