A través de su página web, el organismo señaló que expertos de la OMS se unieron al Equipo Nacional de Respuesta Rápida y viajaron a la localidad de Panzi, epicentro de los casi 400 casos de la dolencia registrados hasta el momento.
Epidemiólogos, médicos, técnicos de laboratorio y expertos en prevención y control de infecciones y comunicación de riesgos integran el grupo, además de que ya desde finales de noviembre un equipo local apoya a las autoridades sanitarias de Kwango para reforzar la vigilancia e identificar pacientes.
De acuerdo con la nota, la OMS también está entregando medicamentos esenciales, kits de diagnóstico y recolección de muestras para ayudar a analizar y determinar rápidamente la causa de la enfermedad.
“El equipo se centrará en fortalecer las medidas de respuesta, como la investigación epidemiológica y la recolección de muestras para pruebas, la búsqueda activa de casos, el tratamiento y las actividades de concienciación pública”, apuntó.
Otras acciones son el trabajo con los líderes comunitarios para que apoyen en la vigilancia de la enfermedad, promover medidas de prevención y contribuir a la identificación de los casos.
“Se están realizando todos los esfuerzos posibles para identificar la causa de la enfermedad, comprender sus modos de transmisión y garantizar una respuesta adecuada lo más rápidamente posible”, dijo el director regional de la OMS para África, Matshidiso Moeti.
El ministro de Salud Roger Kamba precisó el pasado jueves que la dolencia de origen desconocido se manifiesta con características similares a las de una gripe severa y en los pacientes que han fallecido en las instituciones sanitarias (30) se ha observado anemia y dificultad para respirar.
Hasta el momento la cifra de pacientes identificados con la dolencia asciende a 394, fundamentalmente en la localidad de Panzi, una comunidad rural ubicada a más de 700 kilómetros de Kinshasa, a la cual es difícil acceder y donde existen numerosas vulnerabilidades que complejizan el panorama sanitario.
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