El Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe Rómulo Gallegos (Celarg) acogió por dos días esta cita de reflexión, que contó con la participación de historiadores y académicos de Argentina, Bolivia, Colombia, Cuba, España, Perú, Honduras, México y Puerto Rico.
Los participantes disertaron a través de ponencias sobre aspectos militares, políticos, sociales y culturales del Bicentenario de la Batalla de Ayacucho, celebrada el 9 de diciembre de 1824 bajo el mando del prócer de la independencia Antonio José de Sucre, en tierras de Perú.
El historiador y periodista de Cuba, Enrique Ubieta, unió en el tiempo los vínculos entre Bolívar y el prócer cubano José Martí, cuyos legados fueron asumidos tiempo después por los comandantes Hugo Chávez (1954-2013) y Fidel Castro (1926-2016).
Destacó que el llamado aquí Comandante Supremo recuperó el ideario de Bolívar y se convirtió en “orgullo de los venezolanos por su gloriosa historia”, mientras el Apóstol caribeño mostró siempre su inmensa admiración por el Libertador.
El ensayista cubano remarcó que el llamado a la unidad de Simón Bolívar «sigue aún vigente, se renueva cada año y es cada vez más necesaria».
Por su parte, el profesor argentino Roberto Deibe reflexionó sobre la Batalla de Ayacucho como símbolo político y aseguró que “todavía interpela a nuestras sociedades”.
Afirmó que ese encuentro bélico puso fin a la dominación española en la región y dos siglos después nos recuerda que la independencia no es hecho consumado, sino es un proceso permanente en construcción, como todas las revoluciones.
El embajador de Bolivia en Caracas, Sebastián Michell, ponderó el significado de esa contienda al reconocer que para su país “Ayacucho lo es todo”, al garantizar el nacimiento de esa República independiente.
Este Coloquio formó parte de las actividades conmemorativas organizadas por la Comisión Presidencial del Bicentenario y el Movimiento de Historia Insurgente, señaló en nota de prensa Celarg.
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