El miércoles pasado, el proceso contra Arrobo, acusada de supuesto incumplimiento de funciones, quedó en suspenso luego de que la exfuncionaria se negara a acudir al pleno de la Asamblea Nacional (parlamento) y denunciara persecución por parte del Ejecutivo del presidente Daniel Noboa.
La titular de la Asamblea, Viviana Veloz, la exhortó a acudir al pleno legislativo a defenderse y le ofreció las garantías para entregar “elementos probatorios», que darían cuenta de la posible negligencia por parte del gobernante en la crisis energética. “Si ella tiene estos chats que involucran al presidente y estarían develando la negligencia con la que han tratado este tema energético, lo correcto es que asista a este pleno y pueda demostrar todas las alertas que dio al presidente”, añadió Veloz.
La exministra difundió una carta en sus redes sociales donde afirmó que su ausencia ante los asambleístas se debe al “temor a represalias devastadoras”.
Según Arrobo, si muestra públicamente sus conversaciones con el mandatario, podría probar que le advirtió sobre la gravedad de la crisis energética y cómo ella le insistió en hacerlo público para que la ciudadanía estuviera preparada.
Arrobo, que fue destituida del cargo en abril, tras cinco meses de gestión, fue acusada por Noboa de presunto sabotaje en medio de una declaración de emergencia eléctrica y en la Asamblea enfrenta un juicio político por supuesto incumplimiento de funciones.
Ecuador atraviesa una crisis energética que el Ejecutivo atribuye a la peor sequía en los últimos 60 años y que ha conllevado apagones de hasta 14 horas por día.
Expertos señalan que el origen de la emergencia energética está en la falta de inversión y previsión de las autoridades, que no adoptaron medidas ante los reportes que preveían la sequía.
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