Estamos dispuestos a apoyar las aspiraciones del pueblo sirio, afirmó el funcionario, citado por la televisora Al Arabiya.
Describió los casi 14 años de guerra en el país como “un capítulo oscuro (que) ha dejado cicatrices profundas” y anunció una “cautelosa esperanza del inicio de uno nuevo”.
Los sirios quieren acuerdos de transición política estables e integrales, estimó Pedersen, horas después de la entrada a Damasco de la alianza yihadista Hayat Tahrir al Shams (HTS, Organización para la Liberación del Levante, por sus siglas en árabe).
Tenemos que trabajar para implementar los deseos de millones de sirios, recalcó.
En estos momentos están bajo su control de HTS las principales ciudades del país, incluidas la capital Damasco, Alepo, Homs y Hama, aunque en oriente las urbes de Raqqa, Hasakah y Deir Ezzor están en manos de las fuerzas kurdas.
Mientras, la situación es incierta en torno a las provincias occidentales de Latakia y Tartus.
Una tensa calma se respira esta mañana aquí después de una noche convulsa tras la entrada de los grupos armados y el derrocamiento del gobierno del presidente Bashar al-Assad.
En medio de la crisis, Arabia Saudita, Jordania, Egipto, Iraq, Qatar, Irán, Türkiye y Rusia reclamaron una solución política a la guerra y advirtieron que la situación allí es un peligro para Oriente Medio y el mundo.
La situación se deterioró en los últimos días tras una sorpresiva ofensiva hace 12 días de la alianza islamista, que ahora controla el poder.
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