Por Manuel Robles Sosa (corresponsal jefe)
La celebración oficial se realizará en la Pampa de Quinua, escenario de aquella victoria del ejército internacionalista del Libertador Simón Bolívar, lograda por combatientes de Perú, Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y otros países de la región.
La tensión que rodea al acto conmemorativo se debe al rechazo de las organizaciones sociales de Ayacucho a la posible asistencia de la presidenta Dina Boluarte, expresada, el viernes último, con una marcha del Frente de Defensa del Pueblo de Ayacucho, contra la presencia de la mandataria.
Tal clima adverso a Boluarte, según el diario La República incluye medidas preventivas de la Fiscalía de la región andina, tomadas a pedido de un funcionario gubernamental para impedir protestas que afecten a la celebración.
El rechazo se debe a la demanda de justicia por las muertes en Ayacucho de 10 de los 50 caídos durante las manifestaciones contra el ascenso de Boluarte a la Presidencia en reemplazo de Pedro Castillo de quien fue vicepresidenta hasta ese día, cuando fue encarcelado y destituido por intentar disolver el Parlamento.
La mandataria ensalzó la semana pasada a las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, en sendos actos de aniversario de las mismas, y el 7 de diciembre, al cumplir dos años en el cargo, por su actuación en lo que consideró la defensa de la democracia.
Además, se enorgulleció por no ceder a la demanda opositora de convocar elecciones adelantadas y hasta dijo que, de haber accedido, el país se hubiera sumido en el caos.
El mismo día 7, en una entrevista radial sobre diversos temas, el cardenal católico Pedro Barreto declaró que “la presidenta Boluarte puede tener muy buena voluntad, pero el inicio de su gobierno fue marcado por la sangre, sangre que hasta ahora queda impune”.
Añadió que tal experiencia “debe llevarnos a todos los peruanos a la reflexión, a unirnos para que nunca más la vida de un hermano o hermana del Perú o de cualquier país sea maltratado, aquí en nuestro territorio”.
De otro lado, fuentes diplomáticas lamentaron que el bicentenario de la batalla de Ayacucho se realice cuando están las relaciones de Perú con Venezuela, país de Simón Bolívar están interrumpidas por diferencias políticas.
Añadieron que esas desavenencias son también la causa de que las relaciones con Bolivia y Colombia, naciones bolivarianas, se mantengan en un bajo nivel.
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