El principal portavoz del Ejecutivo, Yoshimasa Hayashi, hizo un llamado a acatar el derecho internacional y aliviar las tensiones en la región del Medio Oriente.
Después de una ofensiva relámpago, en apenas 12 días fuerzas islamistas lideradas por el Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham), tomaron Damasco y el presidente Bachar Al Asad y su familia abandonaron el país y se acogieron al asilo político en Rusia.
Numerosas naciones han manifestado preocupación por las repercusiones que estos hechos pueden acarrear tanto para Siria y su pueblo como para la situación política en esa convulsa región del planeta.
Horas después del derrocamiento del presidente Al-Assad y la llegada al poder de una alianza islamista, la Fuerza Aérea de Israel bombardeó varias instalaciones militares sirias y se lanzó a ocupar más territorio en el sur de ese país levantino.
Al decir de Hayashi, Japón espera firmemente que la violencia termine lo antes posible y se protejan los derechos humanos básicos.
El funcionario aseguró que Japón seguirá trabajando de manera estrecha con la comunidad internacional para ayudar a resolver la crisis en Siria y lograr la paz y la estabilidad en la región a largo plazo.
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