La decisión, expuesta por el Departamento de Comercio, representa una de las mayores subvenciones aprobadas aquí para las empresas del sector, en medio de una creciente disputa comercial y tecnológica internacional, con implicaciones para las industrias civiles y militares.
Según lo previsto, la financiación apoyará el plan a largo plazo de Micron de invertir aproximadamente 100 mil millones de dólares en la instalación de Clay (Nueva York) y 25 mil millones en Boise (Idaho)
La erogación de dinero público tendrá lugar al amparo de la Ley de Chips y Ciencia, suscrita por el Gobierno estadounidense en 2022 y cuya dotación financiera asciende a 52 mil 700 millones de dólares.
De acuerdo con la fuente, el Departamento de Comercio y Micron también acordaron los términos preliminares de una inversión adicional por 275 millones de dólares a fin de ampliar las instalaciones de Manassas (Virginia), dedicada fundamentalmente a la fabricación de microprocesadores para automoción y redes.
“Nuestro trabajo ha reforzado nuestra seguridad nacional y económica al promover la creación nacional de los chips que hacen funcionar casi todos los dispositivos de los que dependen los estadounidenses, desde los teléfonos inteligentes y los coches hasta los sistemas de defensa avanzados y los centros de datos de inteligencia artificial”, expresa el pronunciamiento.
Las inversiones de Micron ayudarán a Estados Unidos a aumentar su cuota de fabricación de chips de memoria avanzados de menos del dos por ciento actual hasta 10 por ciento en 2035, estimó el Ejecutivo.
Micron ya trabaja en un campus de 567 hectáreas para fabricar chips de memoria dinámica de acceso aleatorio (DRAM) en el centro del estado de Nueva York.
Los chips DRAM son componentes clave en la informática personal, los automóviles, las operaciones industriales, las comunicaciones inalámbricas y la inteligencia artificial, y la memoria de gran ancho de banda de Micron es fundamental para permitir nuevos modelos de inteligencia artificial, afirmó la cartera de Comercio.
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