Tras el colapso del gobierno de Bashar al-Assad, el primer ministro Benjamin Netanyahu aprovechó “la oportunidad histórica” para destruir el arsenal militar de su vecino, destacó el rotativo.
La fuente precisó que centenares de aviones de la IAF participan en “las extensas oleadas de ataques”.
Según la publicación, escuadrones completos de aviones Mig y Sujoi fueron destruidos en diversos aeropuertos castrenses, así como docenas de baterías antiaéreas, radares, fábricas, puestos de mando, cuarteles e instalaciones de almacenamiento de armas y municiones.
También fueron blancos de las incursiones las bases marítimas, incluidos los barcos de guerra, agregó.
Por su parte, la televisora Al Mayadeen señaló que el ejército israelí ocupó nueve aldeas sirias situadas dentro de la llamada Zona de Amortiguamiento, de unos 400 kilómetros cuadrados, creada tras la guerra de 1973 mediante el Acuerdo de Separación.
Los tanques israelíes cruzaron la sureña provincia de Quneitra y penetraron en la de Damasco Campo, para posicionarse a unos 20 kilómetros de la capital, subrayó.
El portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Matthew Miller, dio el visto bueno a la operación, aunque la consideró “una medida temporal”.
Tanto la ONU como numerosos países, incluidos Arabia Saudita y Egipto, condenaron las acciones israelíes.
Como parte de la ofensiva, tropas de la unidad de élite Shaldag avanzaron 10 kilómetros y ocuparon el estratégico Monte Hermón, que domina toda el área circundante y es el más alto de Siria con dos mil 814 metros.
Las Fuerzas Armadas de este país desafiaron las críticas globales al señalar que el despliegue continuará el tiempo que sea necesario,
Tanto Netanyahu como su ministro de Defensa, Israel Kantz, calificaron de defensiva sus acciones para evitar que los arsenales caigan en manos de los grupos islamistas que llegaron al poder allí.
Mientras el canciller Gideon Saar confirmó ayer los masivos ataques en una conferencia con la prensa extranjera acreditada aquí.
Hasta el momento las formaciones armadas que ahora controlan Siria mantienen silencio sobre la escalada israelí.
Israel ocupó la mayor parte de los Altos del Golán sirio en la guerra de 1967, y desde entonces se niega a retirarse, pese a las resoluciones sobre el tema del Consejo de Seguridad de la ONU y los reclamos de la comunidad internacional.
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