Ante la prensa, el grupo de galenos del Hospital Sirio-Libanés, en Sao Paulo, explicó que las funciones neurológicas del mandatario, de 79 años, están preservadas.
Los facultativos hicieron la operación de emergencia para drenar un hematoma en la cabeza, como resultado de la caída que sufrió en octubre.
«El presidente está estable, conversando, alimentándose y estará en observación los próximos días», afirmó el médico Roberto Kalil.
Detalló que la previsión es que Lula regrese a Brasilia a principios de la próxima semana.
El jefe del Ejecutivo fue ingresado a toda prisa al final de la noche de este lunes en el Sirio-Libanés después de pasar el día con dolor de cabeza.
Todavía en Brasilia, pasó por un examen de imagen, que mostró una hemorragia intracraneal. Fue entonces transferido a la unidad médica en Sao Paulo. La cirugía duró unas dos horas.
El 19 de octubre, Lula se cayó en un baño del Palacio de la Alvorada (residencia oficial de la presidencia en esta capital) y se golpeó en la región de la nuca.
Tuvo que llevar cinco puntos y realizó exámenes de imagen, que fueron repetidos.
Fue liberado para volver a casa, pero se le ordenó cancelar viajes largos durante las siguientes semanas, incluyendo uno a Rusia, donde participaría en la cumbre del Brics, grupo formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
El gobernante afirmó en la ocasión que el accidente «fue grave, pero no afectó a ninguna parte más delicada».
Lula hace poco más de un año, en septiembre de 2023, se hizo una artroplastia total de la cadera derecha, una cirugía para reemplazar, con una prótesis, el cartílago desgastado en esa región del cuerpo.
Cuando el procedimiento se completó después de un año, pasó por exámenes de revisión.
mem/ocs